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En México existen aproximadamente 40 normas que hablan sobre la eficiencia energética, pero ¿cuál es el objetivo de todas ellas? La respuesta es sencilla, pero multifactorial: la reducción de la demanda de energía y, con ella, la reducción de costos, la eficiencia energética, la contribución a la seguridad energética y al desarrollo económico, y, sobre todo, el abatimiento de la contaminación ambiental.

En efecto, el mayor impacto de la eficiencia energética se da en el tema ambiental, pues éste constituye el factor más relevante para la calidad de vida y la supervivencia. En tal sentido, incluso para cada empresa, la sustentabilidad ambiental debería ser el objetivo primordial al administrar la energía de la mejor manera posible y lograr una mayor eficiencia de la misma.

¿En qué gastas cuando gastas en electricidad?

Para la mayor parte de las industrias, los gastos en energía eléctrica son sumamente relevantes y, sin embargo, a menudo nos olvidamos de que aprovechamos menos del 40% de la energía que pagamos. Mucha gente desconoce que gran parte de la energía eléctrica se desperdicia, y que para corregir este gran problema hay que administrar adecuadamente la energía y, por lo tanto, considerar lo siguiente:

• Verificar si la energía se está suministrando óptimamente
• Saber dónde, cuándo y cómo se emplea la energía a través del monitoreo de su consumo
• Comprobar que las instalaciones existentes sean las adecuadas
• Hacer modificaciones en las instalaciones cada vez que sea necesario
• Ubicar dónde se desperdicia la energía, por ejemplo en forma de calor
• Descubrir fuentes adicionales de ahorro energético
• Identificar formas alternativas y rentables de suministro de energía.

Todo esto nos llevará a ser más eficientes energéticamente, permitiéndonos mejorar en puntos específicos, como pueden ser:

• Iluminación
• Procesos
• Suministro de aire comprimido
• Suministro de gas
• Sistemas de refrigeración
• Calidad de la energía eléctrica.

Lo que las empresas hacen para ser más sustentables

Una empresa sustentable se dedica a buscar el éxito más allá del ámbito financiero, considerando diversos aspectos como la calidad de su producto, el impacto ambiental que tiene en su entorno local y global, el bienestar de sus empleados, el impacto social, político y económico de su actividad, y el desarrollo social y económico de su país.

Por esta razón, las empresas sustentables deberían considerar al menos los siguientes 3 criterios:

• Uso y manejo de los recursos
• Responsabilidad social
• Gobierno corporativo.

En efecto, muchas de las empresas que quieren llegar a ser sustentables mandan sus residuos a plantas de tratamiento, tratando de este modo de considerar el ciclo completo de vida de sus productos. El ideal de la “economía circular” es reducir la entrada de materiales vírgenes y de desechos, cerrando los ciclos o bucles ecológicos de los recursos hasta que todo termine siendo reutilizado.

El uso de gas natural en las operaciones, así como monitorear y verificar las instalaciones que distribuyen dicho combustible en tu planta es un paso adelante en la optimización del uso de combustibles fósiles.

Por otra parte, se recomienda hacer más eficiente el uso de la energía y la implementación de energías alternativas, todo lo cual es hoy más simple con el apoyo de la tecnología digital, mediante el uso de sensores, el control de la maquinaria y el control de la iluminación para reducir el consumo eléctrico. El objetivo es reducir la emisión de gases de efecto invernadero a la atmosfera.

Las acciones tomadas por las empresas certificadas por la BMV o por la SEMARNAT contemplan el desarrollo y bienestar personal y profesional de los empleados, así como la implementación de acciones que beneficien causas vinculadas con los objetivos y valores de cada empresa.

Una guía estratégica para aprovechar la tecnología en los negocios

De acuerdo a PwC, la sustentabilidad ocupa un puesto cada vez más relevante en la planificación estratégica a nivel corporativo. El objetivo es equilibrar el rendimiento energético, garantizando cadenas de suministro estables, la protección de la marca y el cumplimiento de todas las regulaciones. Para superar este desafío, estas son las principales recomendaciones:

1. Identifica tus problemas y objetivos a fin de determinar dónde es probable que estén las presiones.
2. Concientiza a tu personal sobre lo que debe suceder para que su negocio sea más sustentable.
3. Prioriza estos problemas desde un punto de vista comercial, social y ambiental.
4. Reconoce y administra mejor el riesgo, mejorando la eficiencia, el potencial de ingresos, el crecimiento y otras oportunidades.
5. Mapea las metas a corto y largo plazo para cumplir la visión de sustentabilidad empresarial, evaluando los riesgos y superando las brechas.
6. Apoya la alineación e integración de la visión de sustentabilidad con la estrategia corporativa general.
7. Desarrolla y entrega un programa sólido de sustentabilidad que incluya iniciativas prioritarias, facilitadores, hitos, indicadores clave de rendimiento y objetivos medibles.

Lo que se hace cada vez más evidente es que una buena estrategia de sustentabilidad protege la reputación de una empresa, impulsa la innovación y el compromiso de los colaboradores, satisface a los consumidores, atrae y retiene a los mejores talentos, demuestra cumplimiento y conduce a la diferenciación del mercado: todos los ingredientes clave para la rentabilidad a largo plazo.

Colaboración de Miguel Reyes, Responsable de la Mesa de diseño en H2OWorks |